Decimos que el zócalo rústico es el gran olvidado porque seguramente haya gente que no sepa ni qué es un zócalo. Para todas esas personas, no os preocupéis: un zócalo es esa banda de madera que hay en la parte de abajo de una pared. Normalmente son de madera o del mismo material que el suelo, para hacer juego. Parece algo sin sentido, pero tiene un propósito: su misión es proteger la parte baja de la pared de puntapiés imprevistos, aunque la parte afectada ahí serían los dedos del pie más que la propia pared.
Seguro que tu casa lo tiene y no te has dado cuenta hasta ahora. Es normal, suelen pasar muy desapercibidos. Nadie se da cuenta de que están ni les dan el valor que se merecen. Por eso, el post de hoy es un especial en favor de los zócalos. Se les puede sacar un gran partido, como si fuese otro elemento decorativo. Así que vamos a enseñarte todas las maravillas que se pueden hacer con los zócalos y cómo convertirlo en una especie de seña de identidad de tu casa.
Ideas de zócalo rústico:
Vamos a suponer que ya saber a qué nos referimos cuando hablamos de zócalos. Puede que incluso lo hayas localizado en tu propia vivienda. Míralo bien: ¿no crees que se merece unos cuidados? Da igual de qué material sea, seguro que tenemos una opción decorativa en nuestra lluvia de ideas que puede funcionar en tu caso.
Zócalo clásico.
No queremos venirnos muy arriba desde el minuto 0, aunque ese es bastante nuestro estilo. Pero hoy queremos empezar con una propuesta un poco más sobria: un zócalo que simplemente cumple su misión. Es minimalista y suele escogerse del color de la pared. Es muy útil si quieres darle un poco de relieve a la pared. Suele quedar bastante chic porque da la sensación de que te has esforzado mucho sin haberlo hecho realmente.
Zócalo de papel pintado.
Ya está, a partir de aquí nos volvemos loques: un zócalo de papel pintado. Aunque puede que de primeras te imagines un zócalo como una pequeña franja de unos 8 centímetros de alto, no es el único tipo de zócalo que existe. Mira este de papel pintado: llega hasta casi la mitad de la pared y queda precioso. Realmente es un elemento decorativo más y lo puedes llevar al extremo que más te guste. Puedes incluso combinar estampados distintos de papel de pared para hacer una especie de collage en tu pared. No tienes por qué situar el final del zócalo tan arriba, puedes colocarlo donde más te guste.
Zócalo de madera.
La madera es un clásico en todos nuestros posts. Y es que es muy versátil y nunca pasa de moda. Tampoco para los zócalos. Como hemos comentado antes, la altura del mismo la fijas tú. Aunque en la imagen sea relativamente alto, puedes optar por un zócalo más recogido. La madera es una elección excelente: tiene muchas tonalidades y es muy fácil repasarla. Solamente necesitarás lijarla, ponerle un poco de cera y barnizarla para que vuelva a brillar como el primer día. Puede ser un zócalo rústico de madera, pero también puedes irte hacia una corriente más moderna o sofisticada.
Es más, dentro de este apartado existe una sub-corriente dentro del universo de los zócalos: los de madera tallada. Tienen un rollo mucho más antiguo y suelen estar tallados. Es la típica decoración de las casas victorianas encantadas. Si no eres propense a asustarte o simplemente te gusta ese estilo, un zócalo de este tipo puede venir muy bien porque suelen ser muy altos.
Zócalo con molduras.
¿Qué puede haber mejor que coger un elemento que se supone que es para el techo y colocarlo en el suelo? Nada. Este tipo de zócalo es ideal si quieres crear un ambiente de realeza, señorial. Eso sí, te recomendamos pintar las molduras del mismo color que el zócalo; así queda más uniforme y ‘atemporal’. Si quieres romper con todo, puedes pintarlas de un color distinto y hacerlas mucho más llamativas.
Zócalo con azulejos.
Uno de los tipos de zócalo rústico que más nos gustan: los que están hechos de azulejos. Es el más tradicional y suele usarse en zonas húmedas ya que previene su aparición. Además de tener unos cuidados muy simples, son fáciles de limpiar (por eso suelen ponerse en exteriores) y tienes muchísimos motivos con los que jugar: estilo andaluz, portugués, italiano, balear… Puedes incluso buscar algún diseño más contemporáneo o, como con el papel pintado, hacer un collage de muchos estilos.
Además, un zócalo hecho de cerámica no tiene que ser únicamente de azulejos; puede ser cerámica decorada, más rústica. La puedes colocar de muchas maneras: puede ser alargada, estrecha, triangular… Existen incluso modelos de baldosas que imitan materiales (madera, piel, tela o metal). Este hecho que las hace adecuadas para todo tipo de espacios. No nos podemos olvidar de todas las cualidades de este material: es resistente, fácil de limpiar y se adapta a casi cualquier condición.
Zócalos de metal.
Aunque es una propuesta poco común, hay quien se las ingenia para que quede impecable. Se trata de un material que podemos encontrar en abundancia, pero tenemos una opción mejor que proponerte: buscar metal que vaya a desecharse y reutilizarlo. Con los tratamientos adecuados una pieza que alguien podría dar por inútil puede convertirse en un zócalo metálico moderno e innovador. ¡Imaginación al poder!
Zócalo integrado en la pared.
Esta es la idea más contemporánea que hemos encontrado hasta la fecha. Siguiendo la popular moda minimalista, este tipo de zócalo es para gente que quiere que su casa llame la atención por su modernidad. Va a ras de pared y suele ser de un material distinto a la misma, aunque puedes hacerlo del que más te guste. Puedes combinar el zócalo con algún otro elemento de la estancia. Si, por ejemplo, tus muebles son de madera, puedes optar por un zócalo del mismo material y crear una línea de estilo.
Zócalo de piedra interior.
Puede que no sea muy popular, pero nosotros le vemos potencial a un zócalo de piedra bien pensado. Este material es perfecto para zócalos exteriores por su resistencia, pero en un interior pueden darle un aire rústico y hogareño a la estancia en la que lo ubiques. Si es por el material en sí, no te preocupes: puedes optar por plaquetas decorativas que imitan la piedra. Puede que no lo parezca, pero quedan muy realistas.
Zócalos y cornisas, el combo perfecto.
Si quieres que tu estancia quede de punta en blanco, una de las mejores decisiones que puedes tomar es combinar los zócalos con las cornisas. Éstas cumplen la misma función que los zócalos pero en el techo. Decoran, tapan grietas y ocultan todo aquello que no queremos ver.
Black and white.
Otro clásico de los clásicos. Hacer un fuerte contraste entre un zócalo negro y una pared blanca (o al revés) queda muy sofisticado, refinado y moderno. Te lo recomendamos especialmente para zonas de paso. También puedes buscar la combinación de 2 colores que más te gusten. Eso sí, que contrasten bien.
Un poco de luz.
Sí, como has leído. Aprovechar los zócalos para colocar pequeños focos de luz puede ayudarte a crear un ambiente cálido y familiar, además de darle un uso un poco diferente al propio zócalo. Esta idea nos ha parecido increíble, ya que puedes utilizar esta fuente de luz en los pasillos, como luz ambiental o para encenderla de noche cuando vas al baño sin que te entre miedo.
Zócalos exteriores.
Hay que tener en cuenta tanto el interior como el exterior de una vivienda (y de las personas). Como sucede en el interior, los zócalos de exterior cumplen una doble función: aíslan la base de la casa de filtraciones o inclemencias climáticas y decoran el exterior. Sin embargo, para los zócalos de exterior tenemos que tener en cuenta las inclemencias del tiempo. La lluvia, las horas de sol, el viento… todos los elementos naturales pueden afectar a su estructura y dañarlo físicamente. Por ello, escoge materiales muy resistentes como la piedra, aunque también puedes optar por granito liso o pizarra.
Zócalo de hormigón.
Admitimos que no es el que más nos gusta, pero su resistencia es indiscutible: éste es el tipo de zócalo que se utiliza en edificios en los que hay mucho trajín de personas, como colegios u oficinas. No llama la atención por su estética, sino que es una elección puramente funcional que tampoco queremos desacreditar. Cada cosa sirve para algo, y el zócalo de hormigón seguramente proteja el edificio de la escuela de niñes durante la hora del recreo.
¿Te has enamorado ya del zócalo rústico?
Esperamos que sí. Y, sobretodo, que hayas detectado tu propio zócalo (si tienes) y ya estés pensado qué podrías hacer con él para que te represente como es debido. Estas zonas no suelen tener el respeto que merecen; no solamente porque protegen nuestra pared y aíslan del exterior, sino porque tienen mucho potencial que ofrecer. Si ya estás planteándote cambiarlo y poner un zócalo de muchos tipos de papel de pared mezclado con varios materiales, significa que es hora de ponerte en contacto con el equipo de Altia para que gestione este nuevo punto decorativo de la casa. Y si quieres cambiarla toda, para eso también estamos.