Un jardín interior en forma de invernadero
La reforma integral de este ático gira en torno a la creación de un jardín interior en forma de invernadero con mamparas de vidrio y hierro forjado. Se sitúa en el interior de la cocina y se abre hacia el salón y el distribuidor principal. Además, conecta todos los espacios entre sí y da mucho protagonismo a esta singular vivienda.
El invernadero está plantado con especies tropicales y esto aporta un aire muy exuberante. Además, el color verde de sus hojas genera un clima de tranquilidad y de conexión con la naturaleza. También cuenta con un sistema de iluminación fotovoltaica, drenaje y riego automatizado por goteo para garantizar el desarrollo de la vegetación. Las paredes interiores y exteriores del invernadero se han revestido en un material cerámico que imita el hormigón de los muros de contención y todo esto aporta un toque industrial al conjunto.
Otro elemento característico son los pavimentos cerámicos de formas y dibujos geométricos utilizados para los suelos de la cocina y la salida a la terraza. Todo recuerda a los solados tradicionales hidráulicos que se usaban en las casas de principios del S. XX, dando sensación de ser pavimentos recuperados pre-existentes. Además, estas cerámicas conjugan a la perfección con el parquet que se ha restaurado dándole nueva vida y aportando calidez a la vivienda.
En este proyecto de reforma integral una de las cosas que se ha buscado es la de aprovechar la altura de los techos. Se ha resaltado la estructura de vigas que surcan los techos y se han creado foseados con iluminación indirecta en falsos techos que discurren en paralelo a las vigas. Los baños tienen cerámicas más contemporáneas y formas y relieves que resaltan con la iluminación led oculta en falsos techos y griferías en negro que recuerdan a lo industrial. Por último, la vivienda cuenta con una amplia y soleada terraza llena de luz que, por la sobriedad y sencillez de su mobiliario, no resta protagonismo al invernadero que preside el núcleo de la casa.