Este proyecto de reforma de casa adosada es un claro ejemplo de los retos que se pueden encontrar durante el proceso de construcción y de la capacidad de resiliencia de nuestros técnicos para superarlos. Cuidar cada detalle de nuestras obras y llevarlas con mimo hasta obtener el resultado final, es nuestro objetivo principal desde la primera toma de contacto.
La esencia de esta actuación está centrada en aprovechar el máximo espacio y crear sensación de amplitud. Huyendo del estado inicial de esta vivienda, consistente en estancias lúgubres y recorridos llenos de melancolía, el objetivo principal era sacarle el máximo partido a la iluminación natural y conseguir un espacio moderno y cálido. De esta forma, el proyecto de actuación, se centra en la iluminación de los grandes ventanales, dando al espectador la sensación tanto de amplitud como de acogimiento, donde el suelo y la luz juegan el papel más importante.
Todas las estancias tienen ventanales que favorecen la iluminación y la ventilación natural. Gracias a la gran altura de los techos de la vivienda, la luz se distribuye por todos los espacios, envolviendo cada metro cúbico de la vivienda.
Completan la vivienda el dormitorio principal que cede luz al distribuidor, donde podemos encontrar un armario empotrado que reorganiza el espacio y los enseres de los inquilinos. Además en el dormitorio encontramos unos barrotes para la separación del armario con el dormitorio, esto crea una sensación de amplitud.
Los diferentes materiales que componen la vivienda fueron elegidos por el cliente en compañía de nuestros arquitectos y diseñadores, buscando una perfecta armonía de colores y siendo asesorado para conseguir la mejor calidad-precio. Respondiendo a las necesidades del cliente, quisimos jugar con colores cálidos y neutros en paredes y techos, excepto la cocina y el baño los cuales destacan por un color vivo.
Cuidar al máximo los detalles de nuestros proyectos nos encanta, y esta vivienda es un claro ejemplo de ello.